«Cuando un médico deja de tener humanidad o no siente necesidad de ayudar, quizá debería replantearse su profesión».

Esto es un blog de música en concreto y temas culturales en general, pero el preocupante ataque al estado del bienestar del PP me obliga a posicionarme en un bando. Así que por primera vez he decidido publicar una entrevista con un trasfondo actual y político. De los recortes a la cultura habrá también tiempo.

“Los extranjeros vienen a quitarnos nuestros trabajos” fue un éxito total: niños, mayores, ricos, pobres, altos, bajos… Todos los españoles encontraron un enemigo en común. También fue una de las mayores falacias que en más ocasiones he tenido que escuchar. Fue un hito demasiado jugoso para no exprimirlo más y ahora llega su ansiada segunda parte: “Los extranjeros se aprovechan de nuestra sanidad gratuita”. El éxito está garantizado y sus directores (los mismos que en la primera, básicamente) ya se están frotando las manos. Por un lado, consiguen acabar con la sanidad pública universal; y por otro, ofrecen unos llamativos titulares con los que distraer a la masa, mientras algunos banqueros y políticos se reparten en el botín. El estreno fue el pasado 1 de septiembre. A partir de esta fecha, todas aquellas personas que no sean titulares de la tarjeta sanitaria (unas 155.000), no podrán recibir atención médica a menos que se trate de una urgencia. Esto significa que todos aquellos con cualquier enfermedad crónica no van a poder ser atendidos, excepto embarazadas y menores.

Las reacciones no se han hecho esperar. Este domingo ya han tenido lugar diversas movilizaciones de inmigrantes por toda España; hoy, martes 4 de septiembre, se ha convocado una concentración contra la reforma sanitaria y cientos de médicos se han declarado objetores de conciencia (unos 1.600 en todo el país; unos 90 en Aragón). Uno de ellos es Jaime V. Laborda, un médico con cuatro años de experiencia como residente de Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

El Gobierno pretende ahorrar 500 millones de euros con esta medida, ¿crees que será realmente eficaz?

Los inmigrantes que no sean atendidos en Centros de Salud serán atendidos en Urgencias. Sin embargo, otros con enfermedades crónicas y potencialmente transmisibles continuarán sin tratamiento. La atención primaria y la medicina preventiva son la base de la pirámide de salud en todo sistema desarrollado. Si esto falla, vienen las transmisiones, epidemias…  Urgencias se colapsarán y eso afectará exponencialmente al resto de niveles de la pirámide, por lo que la medida puede provocar el efecto contrario.

¿No es un tanto indignante que el gobierno mezcle el turismo sanitario con los auténticos necesitados?

Está claro que había que regular el sistema. En todos los lados existe la picaresca. España empezaba a tener fama y las argucias para realizar turismo sanitario se estaban disparando y no podemos ser el lugar al que venir a operarse la cadera o los “juanetes” gratis, cuando un español tiene que pagar para cualquier atención médica básica en el extranjero. Hay muchísimos focos de atención posibles a la hora de regular el sistema sanitario y ajustar presupuestos, pero la atención a inmigrantes probablemente sea uno de los más pequeños y de menor impacto económico. Los débiles siempre son un objetivo más fácil y prioritario.

Es fácil criticar, ¿pero qué medidas serían convenientes para mejorar la sanidad?

No somos nosotros los que tenemos que pronunciarnos sobre eso. Desde luego que hay muchas cosas que mejorar, empezando por una concienciación del ciudadano y un uso racional de la Sanidad Pública, junto a un uso más regulado de quirófanos, peonadas… Por ejemplo, el co-pago en recetas ha sido un rotundo éxito y la gente ha dejado de hacer acopio de medicamentos. Lo que sí tengo claro es que en esta inundación hay muchos grifos que van a seguir sin cerrarse, mientras los más necesitados y desfavorecidos se van a morir de sed.

 ¿Qué es lo que te empuja a ser objetor y atenderles?

Bueno, para empezar quiero aclarar que declararse objetor no es una medida transgresora ni especialmente radical. Simplemente consiste en declarar la intención de mantener la lealtad a tus pacientes, en continuar ejerciendo la profesión en base al Juramento Hipocrático y a unos principios básicos de ética y moral profesional, independientemente de decisiones políticas. Todo lo contrario, sería traicionar los principios que nos han inculcado en todos nuestros años de formación y los que se haya formado uno mismo a partir de la experiencia, independientemente de otras cuestiones legales como incurrir en abandono de auxilio, que es delito. No es nuestro deber pedir pasaportes ni tarjetas, ni decidir qué enfermo debe ser atendido y cuál no. Nuestro deber y único fin profesional es atender pacientes y curar enfermedades, las padezca quien las padezca. Del resto de conflictos se tendrá que encargar quien esté preparado para ello. Básicamente reclamamos seguir como hasta ahora.

He leído que algunos médicos están pidiendo la objeción antes de ejercerla, ¿tú has hablado con tus superiores o has seguido algún proceso establecido?

El primer paso es firmar un Formulario de Objeción en la página web de la SEMFYC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria) en el que declaras oficialmente tu voluntad de ejercer la objeción frente a esa Ley. El tema de ejercer, por desgracia, debido a los recortes, los que empezamos ahora no gozamos de mucha oferta laboral: algunas sustituciones, guardias de ámbito rural… debido a los recortes lo vamos a tener bastante complicado para trabajar los próximos meses. Yo por el momento he trabajado en Urgencias durante verano, dónde se prevé un gran aumento de volumen a partir del 1 de septiembre.

¿Por qué trámites tendrá que pasar ahora un paciente que quiera ser atendido sin tarjeta?

En principio, el procedimiento es el mismo, pero el camino será mucho más largo y peligroso. Te pongo ejemplos prácticos: Inmigrante sin tarjeta pide cita en su Centro de Salud para él, enfermo crónico con diabetes y hepatitis crónica, y su hijo pequeño, con fiebre. La administrativa le informará de que no tiene tarjeta ni derecho a consulta médica, pero que pruebe a subir a ver si su médico de siempre quiere atenderle. Ese médico no dispondrá de historia clínica con antecedentes ni pruebas previas (al estar todo informatizado), ni recursos de petición (analíticas, radiografías, interconsulta a especialistas…). Vamos, que podrá atenderle pero atado de pies y manos. Algo muy básico. En principio será ese médico el que tenga que decidir si se atiende a no a esos pacientes, según considere la patología urgente o no.

Probablemente, ese chico pequeño acabará en Urgencias a las pocas horas para descartar una infección y el padre no recibirá valoración, ni insulina  para su diabetes, por lo que acabará también en Urgencias a los pocos días, o en la cola de alguna ONG para poder acceder a medicación (como está ocurriendo en Grecia) o continuará sin tratamiento hasta que el cuerpo aguante…

Hay gente que pensará que ese rebelde médico objetor ha efectuado un gasto desmesurado del sistema y de los impuestos de los contribuyentes que tantos años llevan cotizando en esa valoración a un ilegal, pero como comprobaréis el sistema no le permite más que objetar con mente y manos al menos en Atención Primaria. Ese gasto lo tendrá que sufragar a medio plazo el sistema de Urgencias o a la postre, por ejemplo en vacunas, cuando comiencen las gripes y demás enfermedades de predominan en invierno.

¿Crees que puede llegar a haber problemas entre compañeros?

Es una decisión bastante personal que no implica a terceros, por lo que no creo que haya gran problema en ese aspecto entre compañeros. Desde mi punto de vista, creo que la humanidad debe ser una de las virtudes fundamentales de un buen médico, y en eso deberíamos estar todos a una. Cuando un médico deja de tener humanidad o no siente necesidad de ayudar quizá debería replantearse su profesión.

Cuando ves en periódicos supuestamente serios titulares como “Adiós a la barra libre sanitaria de los extranjeros”, ¿qué pasa por tu cabeza? .

Bueno, lo de periódicos supuestamente serios, ya lo dice todo… Me duele más leer la mayoría de comentarios a esas noticias, aunque quiero creer que ese no es el sentimiento general. Temo que nos conviertan en una sociedad deshumanizada en la que se intente señalar al más débil como culpable de una situación que ha sido provocada por los de arriba. Es una cortina de humo tan fácilmente manipulable, que puede cuajar y acabar desviando las miradas de arriba abajo. Ninguna crisis económica, ninguna lista de espera, ninguna decisión de campaña electoral debería suponer una medida tan vejante y clasista como dejar de prestar atención médica a alguien que lo necesita. Confiemos en que esta situación pueda cambiar. Algunos seguimos creyendo en las buenas personas y apelamos al sentido común, en caso contrario habremos retrocedido 40 años.

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Una respuesta en “«Cuando un médico deja de tener humanidad o no siente necesidad de ayudar, quizá debería replantearse su profesión».

  1. Sergio Rey dijo:

    A ver cuántos objetores utilizan sus consultas privadas para atender a estas personas, ¿dejarán de atender a pacientes a 70€ la consulta para atender gratuitamente a inmigrantes? Es muy fácil ser objetor con los recursos de todos pero menos con los propios.

    Otra cosa, NO SE QUEDAN SIN ATENCIÓN, simplemente la tienen disponible pagando una cantidad similar a la de un seguro privado.

    Por último… señor entrevistador… los entrevistadores «supuestamente serios» no condicionan las respuestas de sus entrevistados con sus preguntas.

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