Entrevista inédita a El Columpio Asesino (de hace cuatro años)

Aprovechando que esta semana El Columpio Asesino en La Casa del Loco para presentar su último disco, Diamantes, vuelvo a colgar esta entrevista que les hice ya hace 4 años, con motivo de su visita al centro cívico Universidad. De esta entrevista, que no pudo ser publicada en ningún medio, destaca que ya apuntaban el cambio que iba a suponer su próximo y alabado trabajo, La gallina. Tras el concierto, tuve una agradable charla con Álbaro e Iñigo donde hicieron honor a su peculiar y sarcástico sentido del humor.

Siempre han llamado la atención sus letras y la forma hablais de las mujeres, ¿os salen así o es que solo quieren llamar la atención y provocar? (Álbaro) No, no es por provocar. La canción de “La Zorra”, la parte que mas se oye es: “te mueves como una puta zorra”. Pero si prestas atención al resto de la letra detenidamente, puedes darte cuenta de que deja en muy buen lugar a la mujer. Hablamos de lo sometidos que estamos a la belleza de las mujeres. En el fondo esa forma de decirlo es como la pataleta de un niño, una manera muy instintiva de quejarte lo que no consigues. Realmente, admiramos a las mujeres.

Entonces, la sensación que transmiten tal vez sea que los textos son lascivos, sucios y violentos ¿no cree? (Álbaro)Es que la suciedad también puede tener belleza. Cuando haces el amor con la mujer que amas, puede ser sucio, y eso no significa que la trates como a una cualquiera. Puede haber incluso agresividad y violencia, aunque con esto no quiero decir que puedas pegar a una mujer. Todo es muy complejo, todo puede ser bello según como lo enfoques.

(Íñigo): Yo quiero decir que las mujeres lo son todo para mí.

Ya hace un año que salió vuestro segundo disco, supongo que ya tendréis algo preparado para el nuevo, ¿me podrían decir como va a sonar? (Álbaro) Sí, ya estamos en ello. Vamos a dar un giro radical. Vamos a ser unos moñas (risas). No sé cómo acabará pero vamos a pasar de tanta intensidad y vamos a hacer otro tipo de música.

(Íñigo): nuestra máxima aspiración es entrar en la lista de los 40, queremos vivir de la música y es la única manera. Álex Ubago es un referente muy importante de lo que queremos hacer.

Veo que preferís no contármelo. (Álbaro) No, perdona, sí que te lo quiero contar. Pero sí que es cierto que va a ser un disco más personal, en el que más vamos a aportar nosotros como grupo. Creo que va a ser un disco más surrealista que otra cosa.

¿Vais a seguir grabando en el estudio sin ninguna planificación o esta vez tenéis algo preconcebido? (Álbaro) Si, esta vez hemos decidido dejar un poco de lado los sonidos electrónicos y meter más contrabajos, xilófonos. Algo más orgánico. Van a ser canciones más pausadas. Pero ya te digo, eso es lo que pensamos ahora, mientras avanzan los meses podemos cambiar de rumbo.

¿Ya tenéis algunas fechas previstas? (Álbaro) No, no. Ahora, cuando acabemos esta semana la gira, mi hermano y yo nos juntaremos para empezar a pensar las cosas.

¿Qué tal fue la experiencia de tocar por México en esta gira? (Álbaro) México fue la ostia. (Íñigo) Ha sido increíble, mucha gente, hemos tocado mucho, ha sido todo perfecto.

(Álvaro) Yo me quedé alucinado. Mucha gente puede pensar que México o cualquier otro país centro americano son países tercer mundistas. Sin embargo, son países que en el aspecto humano están muy por encima de España. Es una gente muy amable, con un gran dominio del lenguaje. Me quedé realmente sorprendido. A parte, también nos chocó la reacción tanto de la crítica, que fue muy buena, como la del público, que aplaudía todas las canciones al empezar y también al acabar. ¡Las conocían todas! Eran muy pasionales, como hooligans. (Íñigo) yo vi pasar varios sujetadores en más de una ocasión.

(Álvaro) La verdad es que, al margen de las exageraciones de Iñigo, México fue una gran experiencia.

Antes decíais que no sabíais cuál era vuestro público, ¿creéis que ya lo habéis encontrado? (Álbaro) Pues es que no lo sé. Puede que sea más o menos indie, más que otra cosa. Aunque hay gente que nos dice que somos punks. En directo puede que tengamos algo, pero desde luego, nuestros discos no lo son, y mucho menos nuestro público.

(Íñigo) Lo que pasa es que tampoco somos pop.

¿Qué tal fue la experiencia de tocar en cárceles españolas? (Íñigo) Nuestro primer concierto fue en Alcalá Meco, y lo llenamos todo. Sin duda han sido los conciertos en los que más posibilidades de ligar hemos tenido.

Alguna vez habéis declarado que los grupos españoles estaban acomplejados, ¿a qué os referíais? (Álbaro) Quiero decir, que no se atreven a buscar su propio sonido. Casi siempre intentan reflejar el sonido de moda que viene de fuera. Ahora se pone de moda un grupo en Inglaterra y te salen 100 grupos parecidos en nuestro país y en todos los países. Acomplejados, me refiero en el sentido que hay que dejar de mirar al exterior y mirar lo que se hace aquí, y luego hacer luego lo que quieras tú.

Hay un grupo que me recuerda mucho a vuestros planteamientos, Tarántula. ¿Los conocéis? Si, son de Barcelona, ¿no? Los hemos oído, pero no los conocemos. Los vimos en directo en Pamplona. Nos gustan.

No os voy a preguntar por vuestras influencias musicales porque ya lo han hecho mucho, pero me interesaría saber como os ha influido el cine y, sobre todo, Jodorowski. (Álbaro) A Jodorowski lo descubrí cuando yo estaba en una crisis política y espiritual, no creía en nada. Lo que más me marcó fue que me abrió un camino hacia el Zen, y desde allí me metí en su mundo artístico, películas, libros y demás campos. Luego, gracias a él descubrí a Castaneda y luego a otro autor y luego a otro, y ahora ya casi soy como un monje Zen. Sin embargo, en la música no me ha influenciado especialmente. Solo en la manera de enfocar la vida.

¿Y alguna figura más del cine? Como dicen que vuestro nombre viene de un desconocido corto Bielo-ruso… (Álbaro) Eso es mentira (risas). Esa es una historia muy graciosa. Un día nos hicieron una entrevista para un pequeño fanzine, y el entrevistador era un tío muy gracioso, con unas preguntas muy irreverentes. Nuestras respuestas, por supuesto, estuvieron a la altura y nos inventamos la historia de que nuestro nombre viene de un corto Bielo-ruso de 1945 que se llamaba el Azar de los Mutes. Pero luego, un escritor de “El País” leyó la entrevista esa y en un reportaje que escribió sobre nosotros puso eso. Parecía que somos un grupo de culto, y somos más de pueblo que las alcachofas (risas). Además, no creo que Bielo-rusia se hagan cortos. Ahora de tanto repetirlo, ya casi es verdad. Es como lo del PP con lo del 11-M, que de tanto repetir que ha sido ETA, ya se lo creen y todo.

¿Como veis la escena pamplonesa, tanto artísticamente como para ir de bares? (Álbaro) Iruña está acabadísima. En los 80 y 90 era muy buena ciudad. Pero desde que llegó la alcaldesa Barcina ya no es lo mismo… De marcha en sí, no hay nada. Nosotros siempre vamos a un bar que se llama La Aldapa, donde nos juntamos todos los colgados de la ciudad. Es una trinchera donde nos juntamos todos, pero poco más. En Zaragoza tenéis más suerte.

No creáis que en Zaragoza la cosa es para tanto. (Álbaro) ¿De verdad?, No pensaba que aquí fuese así. La pena de Pamplona es que antes había mucho mejor ambiente. La mayoría de los bares se han institucionalizado y suenan las canciones de toda la vida. Temas de rock y pop muy buenos, pero los de siempre al fin de al cabo. Son como una radio formula. Al final vamos a tener que renunciar a la música. Es un poco egoísta, pero si quiero escuchar buena música me la pongo en casa.

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