Si hay una cosa que encanta a un crítico es poder decir que a tal grupo ya lo vio hace muchos años, antes de ser famoso. Y existe algo aún mucho mejor: poder afirmar con orgullo que pese haber triunfado, «antes era mucho mejor». A mí me pasó con Love Of Lesbian, que les pude ver como teleneros de The Cure hace 10 años (cuando aún cantaban en inglés) y me apunté un tanto. Sin embargo, no puedo negar que, aunque haya sido la banda revelación de este año y ya suenan incluso en las radioformulas, se encuentran en un innegable gran estado de forma tanto compositivo como de directo.
Hace tiempo que un concierto al uso se le quedo cortó al grupo liderado por Santi Balmes. La fiesta, la diversión, la ironía y la locura tienen tanta importancia como las canciones que presentan. Las reglas son esas, las tomas o las dejas, pero aún existen ciertos sectores que los miran con recelo; no los toman en serio. Lo que es indiscutible es que han conquistado al público con sus ingeniosas letras y buenas melodías. Desde que publicaron su último disco, 1999 (tercero en castellano), no han parado de girar y han estado en prácticamente todos los festivales veraniegos, y triunfando. Así no es extraño que la Sala Oasis estuviera completamente abarrotada, como pocas veces he visto, con serios problemas de movilidad. Pero es que ya lo dice la canción: «primeras filas vuestra obsesión».
Al público ya lo tenían ganado de antemano. Con la primera canción, Allí donde solíamos gritar, casi toda la sala ya coreaba la letra a pleno pulmón. Y lo mismo pasó con Las malas lenguas, La niña imantada, Noches reversibles… Su nuevo trabajo ha calada profundamente en la audiencia y prácticamente casi todas sus canciones se han convertido en himnos inmediatos y por extensión muchas de las antiguas. Santi Balmes ya avisó al comienzo de la velada que iba a ser concierto largo, y durante casi dos horas y media dieron un extensísimo repaso a su discografía en español. Obviamente, hubo momentos que no estuvieron al mismo nivel, pero cuando sonaron Incendios de nieve, Segundo asalto o Los colores de una sombra, se les perdonó.
No es que Love Of Lesbian sea un grupo serio (a pesar del melodrama que desprenden muchas de sus canciones), pero después de los bises es cuando dan rienda suelta a lado más gamberro. El bajista en calzoncillos, gafas estrafalarias, saltos al público, bailes… todo vale. Dejaron para este tramo hits infalibles como Villancico para mi cuñado Fernando, Algunas plantas (y su inevitable momento playback), Te hiero mucho y, por supuesto, Club de fans de John Boy, que provocó el delirio colectivo.
Aún hubo otro bis. Una pequeña intro (You appering, de M83) dio paso a la parte más íntima y moderada de la noche, con 1999 y Voy a romper las ventanas. A la salida, muchas caras sonrientes. Y es que los nuevos reyes del indie español volvieron a triunfar.
Foto: Ángel Burbano, de la visita que hizo Love Of Lesbian en abril
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